miércoles, 16 de mayo de 2012



RIIO 14º

NINETIES, NINETIES, NINETIES.


TELETIPO:
 Años 90, Barcelona y Sevilla montan unos tinglados de tres pares de pelotas gastando impunemente el dinero de sus ciudadanos, la escena Indie sale por fin del armario, el Grunge triunfa fuera de las fronteras de Seattle gracias a un invento llamado Nevermind, el Punk se torna comercial y lo escucha hasta mi tia la del pueblo, la escena electrónica comienza a tener una importancia clave en los fines de semana de millones de jóvenes y explotan decenas de nuevas escenas por todas partes. Por todas partes si, pero es la pérfida Albion, como siempre, la que deja un mejor regusto en los paladares melómanos más exigentes aportando varios momentos de tremenda efervescencia juvenil.

1ª PARTE

ESTAN LOCOS ESTOS MUCHACHOS


 En el corazón de Inglaterra, justo al noroeste de Londres, se encuentra la ciudad de Manchester, cuna desde los años 60's de renombradas agrupaciones musicales. De este paraíso de los negocios Británicos surgió gente como The Hollies, The Smiths, Buzzcocks, The Fall o los, imprescindibles para este post, Joy Division.  
 Ahora bien, no sería hasta finales de los 80's cuando todo una generación tomase forma y nombre mezclando en un mismo tarro no pocas influencias. A las anteriormente citadas habría que añadir las texturas psychodelicas de finales de la década prodigiosa, el apabullante avanzar del fenómeno Indie, las enseñanzas que hasta entonces había dado la electrónica y, sobre todo, la aparición de una nueva droga de diseño llamada EXTASIS. Lo siento por las mentes poco abiertas pero cuanto bien hizo esta sustancia a la escena emergente de esta ciudad.

Todo confluyó para otorgarle a Manchester la etiqueta de ciudad más fiestera de principios de los noventa. Grandes bandas como Happy Mondays, Stone Roses, The Charlatans, Inspiral Carpets, James, Northside u 808 State grabaron los mejores discos de esa época, "The Stone Roses" (idem. 1989) o "Pills 'n' Thrills and Bellyaches" (Happy Mondays 1990) deberían ser materia obligada en las noches locas de cualquier local que se precie. Factory Records, con el periodista Tony Wilson como propietario, se llevaría la palma editando el material de los Happy Mondays de Shaun Ryder y de la nueva encarnación de Joy Division (New Order). La discoteca Haçienda, tambien de Wilson, se convertiría en el centro neurálgico de las noches Madchesterianas, el lugar donde se reunía toda la muchachada local para bailar y experimentar la extasiante música que pinchaban Dj's como Mike Pickering o Little Martin, pioneros en llevar el Acid y el House al Reino Unido.

 Tal fue el bombazo que provocaron que se extendió a prácticamente cada esquina del pais, surgiendo nuevas bandas o apuntándose a la fiesta otras ya existentes. Desde Bellshill (Soup Dragons) hasta Liverpool (The Farm) pasando por Hertfordhire (Candy Flip), todas las ciudades tenían su propio grupo de chiquitos pasados de pastis, vestidos como futbolistas en dia de pesca, componiendo temas morrocotudos ("All Together Now") o versioneando otros ("I'm Free", "Strawberry Fields Forever"). Hasta tal punto llegó la influencia ejercida por el Manchester Sound que obras cunbre de la núsica del siglo XX cono "Screamadelica" de Primal Scream le deben un buen porcentaje de intereses (sonido, diseño de carpeta y actitud) y cualquiera de las escenas importantes que llegarían después también.

 Pero como suele ocurrir casi siempre con este tipo de saraos tan repentinos y entusiastas, habitualmente encumbrados por tabloides como NME y Melody Maker (los mismos que seguidamente les darían la espalda), todo acabó igual de rápido que empezó. El sello Factory cerró tras la mala acogida del nuevo trabajo de Happy Mondays que ya traía cola por las tiranteces entre Wilson y el flipado lider de la banda empeñado en grabar ¡¡¡en las islas Bahamas!!!, Stone Roses tardarían una eternidad en sacar su segundo LP, The Haçienda cerraría sus puertas acosada por las deudas y nuevos sonidos (Brit-pop, Breakbeat, Trip-hop) ocuparían las estanterías de las tiendas de discos Inglesas, dejando todo esto en una más que divertida anécdota adolescente. Sería el competente director de cine Michael Winterbottom el que en 2002 filmaría un homenaje de lo más sincero y entrañable (además de divertidísimo), la muy aconsejable "24 hour party people" produciendo en más de uno un extraño escalofrío nostálgico.
  


























PROXIMAMENTE: LLEGA EL BRIT-POP 
(FEA ETIQUETA PERO TREMENDAS BANDAS)








2 comentarios:

  1. Gracias señor Rito, por refrescarnos siempre la memoria pop. No babía podido agradecerte antes el que nos brindes con tu buen hacer tan grandes y sinceros rituales. Desde Rusia con amor

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  2. Mais recordo a noitinha que conozin o da durruti column. Porreiro pa!!

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